domingo, 15 de agosto de 2010

UNA VISIÓN DE LA EDUCACIÓN SEGÚN MEMO

UNA VISIÓN DE LA EDUCACIÓN SEGÚN MEMO

     La obra gráfica de Memo muestra una visión muy particular de la educación –desde una ideología anarquista- basada en la realidad de lo que sucede en las escuelas de México; con las políticas educativas que han imperado últimamente dando como resultado una escuela autoritaria, contradictoria, elitista e injusta.

Las caricaturas de Memo son únicas en su temática, porque se enfocan precisamente a la educación, (hay antecedentes en Rius, Quino y Randy Glasbergen) lo interesante es que se aparta del charrismo y del cliché político y patético que se viene dando en nuestro país desde el porfiriato.

En su trabajo vemos como sus críticas se dirigen a las modas pedagógicas, (Las corrientes educativas contemporáneas) como el constructivismo, las competencias, la tecnología educativa y la inacabable didáctica tradicionalista. -Pero realza y fomenta una educación que se base en la libertad, algo parecido a Sumerhill- También lo que acontece en la escuela, junto con los contenidos, el currículo, la SEP, el director; especialmente al maestro y al alumno dentro de las situaciones aúlicas, donde predomina lo que Paulo Freire llamó: “Educación banacaria” en la cual el maestro es la máxima autoridad, el que tiene y domina los conocimientos y los deposita en la mente de sus alumnos (que permanecen pasivos)  como el dinero en el banco. Además siempre dá su clase frontal y está por encima de sus alumnos sobre una clásica plataforma para recordarles quién tiene la autoridad --según la proxemia, podemos comparar a la que usaba Hitler ya que cuando iban a verlo, las personas tenían que hacer un largo recorrido, después esperar muchas horas y luego las recibía en un trono  enorme  que se asentaba sobre una plataforma en lo alto. Cuando la gente llegaba ahí, ya se sentía pequeña--

Los personajes de Memo no son simplones ni planos, sino ilustrativos. Por ejemplo, el director con su traje de militar nazi, de cura, vampiro y con su toga y birrete, es todo un autoritario. El profesor verdugo y la maestra nerd, muy polifacéticos son un recurso didáctico en sí mismos porque se transforman dialécticamente en muchas cosas de acuerdo al tema que quieren enseñar en cada clase, además usan otros auxiliares didácticos como un cañón, un rollo de papel higiénico, un libro y el omnipresente cráneo en su escritorio. Los alumnos, el nerd y la boba que son educativamente correctos con todo lo que dice y hace el profesor, y pensando en sacar buenas calificaciones; el morenito que está becado, sufre el racismo del profesor y del colegio, pero se defiende citando a algunos teóricos y pensadores. El protagonista es “Memo bomba” (alter ego de Memo el caricaturista) con su frase célebre: “no me presionen”. Siempre pensando en mujeres desnudas, es el alumno rebelde que contradice al maestro, no es un borrego, ni un lame suelas como sus compañeros ñoños; además no se deja manipular por el profesor, ni sus reglas y se sienta “en la última fila” donde tiene una visión más amplia del espacio, las cosas, el contexto y la actividad didáctica del profesor; desde ahí puede boicotear la clase, hacer travesuras, salirse del salón más fácilmente cuando las clases del docente se pongan aburridas, puede lanzar aviones de papel, bostezar, dormirse, molestar a su compañero de enfrente, puede tener más confianza para opinar y participar, en fin existen múltiples posibilidades, ventajas y desventajas que se consiguen en el asiento de atrás.
Considero que Memo bomba, Mafalda y Bart Simpson podrían llevarse bien, porque tienen algunas cosas en común.

La enseñanza que nos transmite memo con sus caricaturas didácticas, es que debe haber una escuela más justa, más libre, con maestros que no ejerzan el autoritarismo, discentes más críticos, responsables de su aprendizaje. Es posible transformar el sistema educativo desde una escuela alternativa en nuestra educación nacional, con la intervención de más artistas, teóricos, intelectuales, filósofos, pedagogos, gente del pueblo, los mismos alumnos; que intervengan en un proyecto multidisciplinario para dejar atrás a la educación que actualmente está en manos de empresarios maquiavélicos.

sábado, 7 de agosto de 2010

M.C. SCHER

M.C. ESCHER
COMO VISIONARIO DE LO PARADÓJICO


Las pinturas de Escher muestran un mundo distinto que nos transporta a otras dimensiones, a otras realidades paradójicas; donde los seres que habitan esos lugares transgreden sus formas metamorfoseándose en cosas, objetos y en otros animales por medio de la simetría geométrica; donde se escapan de dimensiones planas a tridimensionales o multidimensionales; donde trascienden su ser ontológicamente cada vez que cruzan mundos superiores. Pero también se pierden, se desdibujan y mueren visualmente para renacer cíclicamente, mientras recorren un sendero ourobórico de la circularidad perpetua, pero en otras latitudes se manifiestan de manera distinta y gestáltica cuando el fondo se confunde con la forma y viceversa, como un juego dialéctico que nos agrada visualizar.

El elemento principal de su obra es impactar la percepción de lo visual, valiéndose de ilusiones ópticas, la multiplicidad de los puntos de fuga, la distorsión, lo paradójico, el contraste, la metamorfosis y la geometría fantástica. Se puede decir que todo esto es el fondo de su obra, pero la forma está compuesta básicamente por animales planos, tridimensionales e hipotéticos, vegetales, construcciones, esferas, poliedros, cintas de Moëbius, rostros bifrontes y objetos múltiples.

Una de las muchas pinturas que me llamaron la atención fue “La cascada” donde se observa una edificación de varios niveles con múltiples habitaciones, dos personas, un jardín acuático, unas torres adornadas con figuras poliédricas que son dos rompecabezas armables de piedra (con sus respectivas piezas angulares que tal vez sean unas llaves para cerrar o abrir el agua que emana de la cascada) que encajan perfectamente en la estructura temática de la obra con la ilusión óptica de la cascada; donde el cauce del agua nos deja perplejos y desconcertados, no distinguimos si cuando baja, al mismo tiempo sube. Confunde nuestra lógica, engaña nuestro cerebro que procesa información errónea de esa ilusión de la cual no tenemos datos empíricos porque pertenecen a otro plano dimensional; aunque en nuestra realidad hemos experimentado algunas paradojas visuales donde metemos una varilla en el agua, vemos que ésta se fractura, también cuando las cosas que están lejos de nuestra visión (un avión un árbol), se ven muy pequeñas, pero cuando estamos cerca de esos objetos vuelven a su tamaño original. Porque la realidad no nos demuestra sus formas verdaderas. Las ilusiones que nos demuestra Escher son ejemplos que tal vez solamente pueden existir en el mundo de las ideas platónicas, como algunos objetos imposibles: “el círculo cuadrado, el nudo cuántico, el cubo de Belvedere y las escaleras paradójicas”

La enseñanza que nos deja Escher, no solamente como artista plástico, sino como visionario de lo paradójico, es que podemos adentrarnos en otros mundos extraños y bizarros, con dimensiones que todavía no alcanzamos a comprender, pero que podemos aventurarnos a priori y emitir juicios hipotéticos sobre otras realidades como el ejemplo de sus pinturas donde nos describe visualmente conceptos e ideas que no están registradas en nuestro cerebro y que por esa razón no alcanzamos a verlos, ni a procesarlos correctamente, porque no hemos aprendido a expandir nuestra mente, más allá del mundo de las apariencias, donde no hemos leído, ni interpretado la realidad en su totalidad. ¿Será que carecemos de otros sentidos epistemológicos para conocer por completo la inmensa realidad? ¿Será que todavía vemos el mundo en espejo como enigma?, tal vez en la postrera vida todo aparecerá con sus colores verdaderos, parafraseando a Orson Pratt. Pero por lo pronto estamos convencidos de que no podemos captar todo lo que existe como dice Wittgenstein: “los hechos del mundo, no son, ni nunca serán todo lo que hay” porque tal vez existen otros conceptos, emociones, sentidos, colores, razonamientos, esencias, sentimientos, percepciones; que no podemos captar (aunque haya otras personas y seres que si puedan), ni con nuestra inteligencia, imaginación, experiencia, sueños, visiones, epifanías, ciencia y sentidos…