miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA OPOSICIÓN EN LEHI Y HERÁCLITO

LA OPOSICIÓN EN LEHI Y HERÁCLITO 


                En este mundo existe la oposición. Ésa que es la otra cara de la moneda, que nos enseña su rostro más de una vez y nos dice que es omnipresente. Tanto Lehi como Heráclito coincidieron en sus reflexiones sobre la oposición y la función que ésta tiene en el mundo y en el drama humano. Si los presocráticos buscaron el origen físico del mundo; la preocupación de Lehi y Heráclito fue distinta porque ellos examinaban lo que dá unidad al mundo, movimiento, cohesión y sentido. (Si no existiera la OPOSICIÓN todo se desvanecería) 

En Heráclito (El oscuro) la oposición es más filosófica y aforística. Dice que el cambio, el movimiento, la lucha, la tensión de contrarios dá origen a todo lo que existe y es un principio fundamental y dialéctico que rige el mundo. 

“Donde los opuestos son la misma cosa, uno sólo y se mantienen unidos por la tensión y la lucha; como una cosa única es el bien y el mal que son opuestos; así como Dionicio (Vida) y Hades (muerte) son en realidad la misma cosa.” El bien y el mal en su lucha ¿A qué dá origen? ¿a la vida o a la muerte? Y cuando dejen de lidiar, se desunirán; separándose de sus polos, perdiéndose en la oscuridad de la no-existencia. 

Todos los contrarios deben permanecer unidos por la lid defendiendo su posición, su identidad, su esencia. El Ying peleando contra el Yang, siguen un curso sempiterno girando en oposición por todo el universo. Lo masculino necesita de lo femenino para dar vida; así como lo rígido requiere de lo blando para tener flexibilidad. 

En Lehi (quijada) la oposición es más teológica y maniquea. Menciona que: “Es preciso que haya una oposición en todas las cosas pues de otro modo... no se podría llevar a efecto la rectitud ni la iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. De modo que todas las cosas serían un solo conjunto, por tanto, si fuera un solo cuerpo, habría de permanecer como muerto, no teniendo ni vida ni muerte, ni corrupción ni incorrupción, ni felicidad ni miseria... por tanto tendría que haber sido creado en vano... Esto habría destruido la sabiduría de Dios y sus eternos designios... Y si no hay rectitud ni felicidad, tampoco hay castigo ni miseria. Y si estas cosas no existen, Dios no existe. Y si no hay Dios nosotros no existimos, ni la tierra...” 

A través de la oposición tomamos decisiones que nos sitúan en los opuestos y sus contrarios y se ejerce la libre elección. Hay caminos que nos llevan a la felicidad y la miseria. No es simplemente mostrar una buena conducta y ser obediente. Si uno mismo se opone a la rectitud se está en la miseria, pero es menester que experimentemos algunas cosas, que estemos atrapados en algunas circunstancias para tener conocimiento y saber apreciar y despreciar, porque si no conociéramos la tristeza, no sabríamos que es la felicidad, si no estuviéramos enfermos no apreciaríamos la salud y la vida. 

Entonces toda posición tiene una oposición y forman un solo conjunto. Es un principio universal porque si solamente existiera lo bueno, lo saludable, lo dulce, lo blanco, lo bello y la felicidad. Ésto sería un solo conjunto, un solo polo y lado, donde no se podría actuar, ni elegir, no tendríamos tendencias hacia una u otra cosa, todo estaría muerto existencialmente y no habría ningún objetivo en lo creado.

Por tal razón la oposición no es la adversidad, ni la maldad, ni la bondad; más bien es un mediador epistemológico y metafísico que nos demuestra conocimientos empírico-axiológico, es un lado que puede estar en ambos lados, tanto arriba como abajo, a la izquierda como a la derecha, en lo oscuro y en lo claro; pero cuando actuamos y tomamos decisiones se sitúa en el punto medio y nos demuestra el lado oscuro y contrario de todos los entes dependiendo del lugar o del polo donde estemos fundamentados. 

Tanto el bien se opone al mal, como el mal al bien. A lo fuerte se le opone lo débil, a la salud la enfermedad, al conocimiento la ignorancia. ¿Quién no ha sufrido oposición en sus vidas?: Ese cansancio, esa hambre, esas pesadillas, esas derrotas y tormentas. El miedo que nos abruma y nos envuelve con su nube negra. Esa enfermedad que nos aqueja, que nos hace apreciar la salud; esa fealdad que nos hace distinguir la belleza, esa intranquilidad e incertidumbre que nos hace apreciar la paz mental y la ataraxia cristiana.

Sin embargo, toda oposición tiene un propósito muy profundo, desde ese mosquito que nos pica, hasta esas moscas escatológicas, los blátidos execrables, dípteros y alimañas ponzoñosas. La decrepitud y podredumbre; los antónimos, antípodas y antihéroes tienen razón de ser y de coexistir en el mundo. 

Este es el sentido de la oposición en Lehi y Heráclito uno teológico y otro filosófico, pero ambos llevan a la unidad de las cosas. Y como dijo un aprendiz de filosofo: “Debemos tomar con más seriedad la sabiduría hebrea” porque Lehi es un Israelita, no muy conocido en el mundo filosófico.

LA MÚSICA DEL GUETO SEGÚN ALIKA

LA MÚSICA DEL GUETO SEGÚN ALIKA


El contexto es Babilonia, donde hay pura perversidad como el comercio, gobierno y religión. Donde las políticas económicas han orillado a los oprimidos hasta los guetos, las barriadas y favelas; donde la música surge como una protesta, un estilo de vida, una resistencia, una demanda ideológica, más que una moda.

La música que se escucha en el gueto es una protesta contra el racismo, imperialismo, colonialismo, fascismo, capitalismo y neoliberalismo.

La música del gueto alienta a la autoeducación y la concientización de los oprimidos como decía Paulo Freire; también a la organización a exponer los problemas sociales a tener la dignidad y asumir el compromiso ante las injusticias. Eso es lo que demanda Alika como luchadora social en su Roots Reggae.